Del m-learning (aprendizaje móvil, permanentemente conectado), al out-learning (desconectar) o al writing offline (reflexionar y escribir sin estar conectado). No os pasa a vosotros que cuando tenéis conexión no lo puedes evitar, miras los correos (tenemos varias cuentas), revisamos y participamos en Twitter, Facebook (yo no he caído), subimos fotos, revisamos nuestro reader, consultamos Webs, Blogs, Wikis, leemos varios periódicos online,… ¡no tenemos tiempo para reflexionar!
El otro día en un tren, donde no había conexión, tuve mucho tiempo para pensar, para escribir lo que había aplazado durante meses. En el tren de las tres “www”, Whiskys en el bar, el imprescindible WC, y la Wifi, sólo ésta última no la encontraba. ¡Incialmente que tragedia!
Por tanto, el m-learning… ¡con cuidado! Con medida. Lo imprescindible. Estamos conectados en casa y en el trabajo. ¿También cuando paseamos por el monte, por una playa,…? Es posible que vayamos a ver en Florencia el David de Miguel Ángel o en Paris a la Gioconda y cojamos nuestro dispositivo de “realidad aumentada” y enfoquemos a la obra de arte, el aparato reconozca la obra y nos devuelva (por audio y texto) la historia y la interpretación, la geolocalización,… y que sigamos nuestro recorrido “m-learning” sin habernos detenido a disfrutar, recrearnos, abandonarnos,… ¡Eso si, inmediatamente tuitearemos nuestra “experiencia digital”!
¿Y hablar con la gente “desvirtualizándola”, mirándola a los ojos? ¿Y observar el paisaje?
Como ahora es de noche, y por la ventanilla no veo nada, escribo este post en el viaje de vuelta... ¡desconectado!
El otro día en un tren, donde no había conexión, tuve mucho tiempo para pensar, para escribir lo que había aplazado durante meses. En el tren de las tres “www”, Whiskys en el bar, el imprescindible WC, y la Wifi, sólo ésta última no la encontraba. ¡Incialmente que tragedia!
Por tanto, el m-learning… ¡con cuidado! Con medida. Lo imprescindible. Estamos conectados en casa y en el trabajo. ¿También cuando paseamos por el monte, por una playa,…? Es posible que vayamos a ver en Florencia el David de Miguel Ángel o en Paris a la Gioconda y cojamos nuestro dispositivo de “realidad aumentada” y enfoquemos a la obra de arte, el aparato reconozca la obra y nos devuelva (por audio y texto) la historia y la interpretación, la geolocalización,… y que sigamos nuestro recorrido “m-learning” sin habernos detenido a disfrutar, recrearnos, abandonarnos,… ¡Eso si, inmediatamente tuitearemos nuestra “experiencia digital”!
¿Y hablar con la gente “desvirtualizándola”, mirándola a los ojos? ¿Y observar el paisaje?
Como ahora es de noche, y por la ventanilla no veo nada, escribo este post en el viaje de vuelta... ¡desconectado!
A ti amigo te pasa esto y a mi, con mi carácter, ni te cuento, siempre me gusta que todo funcione y repararlo (lo cuál me lleva mucho tiempo, ya que generalmente lohago personalmente9 me exaspera...pero evitendemente, las herramientas, esencialmente de la nube,en educación, muchas son del Mobile-Learning, aunque eso para mi no es la cuestión, lo importante no son las herramientas, si no que seamos de establecer mecanismos de aprendizaje Ubícuos, eso si es importante, igualitario, evitaría mucho fracaso escolar y haría algo que hoy está muy de moda, bajaría la caristía de la Educación, si es que realmente lo es.
ResponderEliminarJuandon
¿Era Jordi Adell el que puso de moda eso de "tecnología sin pedagogía es mera ferretería"? Como tu dices, las herramientas no son lo más importante. Aprender en todo momento y situación si que es fundamental, pero los aprendizajes pueden venir de la red, de la naturaleza, del cara a cara,... ¡no siempre va a ser m-learning!
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